Peques

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Bueno, ya llega la Navidad. No tenia ningunas ganas de que llegaran las Navidades de este año, la verdad. El año pasado fueron especiales, estaba embarazada, vivia ilusionada..en una nube. Y se suponía que estas iban a ser más especiales aún, porque iba a haber una pequeñina por aqui dandonos guerra. Y va a resultar que no, que van a ser unas Navidades feotas....Puf¡¡
Por otro lado, lo que pienso es que es lo que hay. Que la vida es así. Quizás las Navidades del año que viene sean mejores, quién sabe lo que nos tiene deparado la vida?? A mi me viene demostrando que es una sorpresa diaria. Así que disfrutémosla mientras nos deje motivos para hacerlo. Siempre los hay.
Siempre habrá gente importante en nuestras vidas que nos falte en algun momento, es inevitable, es ley de vida. Pero tengo claro que nos faltan sólo físicamente, pero viven eternamente en nuestros corazones. Como lei alguna vez, la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma, y el amor es más indestructible aún. Así que mientras amemos esas personas seguirán vivas en nosotros, y con nosotros. Así que no pasaremos estas fiestas sin ellos, no los podremos ver, pero sí sentir, los sentimos dentro de nosotros. El amor es algo más que físico. Mientras exista ese amor estaremos eternamente conectados de alguna forma mística y especial. 
Así que mi sobri no será el único que tendrá juguetes estos Reyes. Cuando estaba buscando un cuento para él, he encontrado uno precioso: "El cascanueces". Y lo he comprado, "nos" lo he autocomprado. Este cuento es para la Clara que vive en mi. Cuando lo vi en la tienda, me llamó la atención ya lo bonito que era por fuera, pero me sentí intrigada porque lo había escuchado mucho pero no tenía ni idea de qué iba la historia, y en la contraporta lei que iba sobre la "princesa Clara"........ahí dejé de leer¡¡¡ 
Es lo primero que pienso hacer el día de Reyes. Leer ese cuento, leernoslo a las dos. Mi niña, mi ángel, tiene su cuento¡¡¡
Ya os lo contaré....... ;-)
Mientras tanto disfrutemos todos de esta Navidad con los que sí tenemos junto a nosotros, que son muchos, y que nos duren mucho¡¡ FELIZ NAVIDAD¡¡¡¡¡

domingo, 11 de diciembre de 2011

Siempre te querré

"Una madre cargaba a su nuevo bebe y muy despacio lo arrullaba de aqui para alla y de alla para aca. Y mientras los arrullaba le cantaba: Para siempre te amare, Para siempre te querre mientras en mi hay vida, siempre seras mi bebe. 
El bebe crecia, crecia … crecia y crecia, a los dos años, el corria por toda la casa. Jalaba los libros de los estantes, sacaba toda la comida del refrigerador, y cogia el reloj de su mama y lo tiraba en el inodoro; algunas veces su mama decia: “Este niño me esta enloqueciendo!”. Pero cuando llegaba la noche y aquel niño de dos años finalmente esta tranquilo, ella abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde alli abajo; y si realmente estaba dormido, ella lo levantaba y lo arrullaba de aqui para alla, de alla para aca y mientras lo arrullaba le cantaba: Para siempre te amare, para siempre te querre, mientras en mi haya vida, siempre seras mi bebe. 
El niño crecia … crecia y crecia, a los nueve años nunca queria llegar a cenar, nunca queria tomar un baño y cuando llegaba la abuela de visita, siempre decia palabras malas. Algunas veces su madre seaba venderlo al zoologico. Pero cuando llegaba la noche, y el muchacho estaba dormido, la madre silenciosamente abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde ahi abajo; y si estaba realmente dormido, ella levantaba a aquel muchacho de nueve años y lo arrullaba de aqui para alla de alla para aca; y mientras lo arrullaba, le cantaba: para siepre te querre, para siempre te amare, mietras en mi haya vida, siempre seras mi bebe. 
El niño crecia, crecia… y crecia, hasta que llego a ser un joven. Tenia amigos raros, se vestia con ropa rora, y escuchaba musica rara. Algunas veces la madre sentia estar en un zoologico. Pero cuando llegaba la noche, y el joven estaba dormido, la madre silenciosamente abria la puerta de su cuarto, gateaba hasta su cama y miraba a su hijo desde alli abajo, y si realmente estaba dormido, ella levantaba aquel muchachote y lo arrullaba de aqui para alla, de alla para aca, y mientras lo arrullaba le cantaba: para siempre te querre, para siempre te amare, mientras en mi haya vida siempre seras mi bebe. 
Aquel joven crecia, crecia y crecia, hasta que llego a ser hombre, entonces se fue de la casa y se cambio para una propia al otro lado del pueblo. Pero algunas veces cuando la noche estaba muy oscura, la madre sacaba su automovil y se dirigia especialmente a la casa de su hijo. Y si estaban apagadas las luces en la casa de su hijo, ella abria la ventana de su cuarto entraba gateando por el piso y miraba a su hijo desde ahi abajo’ y si realmente ese hombre bien grande estaba dormido, ella lo levantaba y lo arrullba de aqui para alla de alla para aca, y mientras lo arrullaba le cantaba: para siempre te querre para siempre te amare mientras en mi haya vida siempre seras mi bebe. 
Bueno a través del tiempo, aquella madre envejecia, envejecia… y envejecia, un dia llamo a su hijo y le dijo: “seria mejor que vinieras a verme porque ya estoy muy vieja y enferma”. Entonces el hijo fue a verla, cuando él entró en su cuarto ella trato de cantarle la cancion: Para siempre te querre para siempre te amare.., pero ella no pudo terminar la cancion porque ya era demasiado vieja y estaba muy enferma. El hijo se acerco a su madre , la levanto y la arrullo de aqui para alla y de alla para aca y mientras la arrullaba le canto: para siempre te amare, para siemrpe te querre, mientras en mi haya vida siempre seras mi mama. 
Cuando el hijo regreso a su casa esa misma noche, se quedo pensativo por largo tiempo, hasta la madrugada. Despues se fue al cuarto de su hijita recien nacida que estaba durmiendo. La levanto en brazos y la arrullo de aqui para alla, de alla para aca, y mientras la arrullaba, le cantaba: Para siempre te amare, para siempre te querre, mientras en mi haya vida siempre seras mi bebe."
Precioso cuento de Robert Munsch.